PEROL BENÉFICO PARA LA RESTAURACIÓN DE LA ERMITA DE LA CARIDAD

Hoy tendrá lugar un perol benéfico para recaudar fondos para la restauración de la Ermita de la Caridad.

 

Artículo de Diario Córdoba /Cartel del evento.

Esta ermita, cuyos orígenes se remontan al siglo XVI, es la sede de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Orando en el Huerto y la Virgen de la Paz y Esperanza de Fernán Núñez. Ha sido esta última la encargada de organizar este evento con el fin de que la restauración del edificio sea una realidad antes de que la realidad misma haga que se condene a la ruina.

El edificio en sí es uno de los más antiguos conservados en el municipio. Ha sufrido importantes reformas en su historia y daños, como en la Guerra Civil. En su origen se encontraba a extramuros de la villa medieval y era lugar de hospedaje de los peregrinos que realizaban el camino mozárabe de Santiago (recuérdese que la calle en que se ubica, Francisco Bonilla, era el antiguo camino hacia Córdoba). Sus funciones han ido cambiando a lo largo de la historia.

Ermita de La Caridad. Foto: fernannunez.es

Es una lástima que el patrimonio fernannuñense se vea condenado a su desaparición. Por suerte siempre hay la voluntad de asociaciones, hermandades y cofradías que, a través del voluntariado, persiguen evitar su extinción. Pero también hay que recordarles a estas entidades que, tras su buena voluntad, no sólo deben buscar fondos para restaurar el patrimonio, sino también para respetar su historia y origen. Veamos casos similares en el municipio cuya restauración ha dañado la historia del inmueble.

Ermita de San Sebastián.

Fue el propio ayuntamiento, en la legislatura de 1999 al 2003, el que llevó a cabo la restauración de este edificio. Sin embargo no respetó el original ni se hizo un estudio del inmueble que justificaran los añadidos que se le realizaron. La portada del cementerio se pintó, sin justificación, de rojo bermellón, al igual que las cornisas y la espadaña de la ermita. Al interior de la misma se le añadió una media caña, nuevamente pintada en rojo “palacio”, y la escultura de San Sebastián de los Ballesteros, que da nombre a la ermita, fue policromada, nuevamente sin justificación, por manos inexpertas (empleados del “paro”), falseando con ello la historia.

Ermita del Calvario.

Casi similar, incluso yendo más allá, es el de esta ermita opuesta geográficamente a la anterior. Para la Cofradía (que tiene sede allí) ha sido un logro, dentro de su buena voluntad, las mejoras que han llevado a cabo. A finales de los 70 esta ermita estaba condenada a la ruina y, gracias a ella, se salvó del olvido. Sin embargo, en los años 2000 (dentro de un alarde expansivo) su buen quehacer ha traspasado las fronteras de la buena voluntad, ampliando una ermita con una nave que ni estéticamente ni estilísticamente aportan nada a la ermita, falseando la historia, a la original ermita del Calvario. Un sitio histórico, pues se encuentra dentro del origen de la población (antiguo poblado de Aben Caes) e incluso Goya retrató este paraje. Lo que causa extrañeza es que el ayuntamiento, en su momento, concediera la licencia de obra. Si ya es difícil conseguir la denominación BIC para el inmueble (en el caso de que se pidiera), con ésta última actuación es prácticamente imposible.

RECOMENDACIONES PARA LA ERMITA DE LA CARIDAD (Y PARA SU HERMANDAD)

El camino para conseguir el objetivo que se han marcado no es nada fácil (y más con la actual crisis económica), pero no por ello imposible. Sin embargo, el objetivo no sólo debe ser el de “rehabilitar el edificio”, sino restaurar dentro de la objetividad, sin inventar, sin falsear la historia del inmueble a conveniencia de una institución. Se ha de restaurar conservando el original y sin añadir falsos históricos que engañen a las generaciones venideras, de forma que puedan disfrutar de este legado como lo hicieron nuestros antepasados. Como dije en otro artículo,  no podemos arrancar las hojas malas de un libro e inventarnos la historia a conveniencia…

“A todos nos gusta lo bonito y bien conservados que están otros pueblos… ¿por qué no empezamos nosotros mismos individualmente por defender nuestro patrimonio?”